martes, 8 de julio de 2014

Aprendiendo a soñar.

Me encantan los paisajes de la tarde en los que el tiempo parece que se para por un  instante y la imaginación echa a volar, intentando atrapar sensaciones escondidas en lo más profundo. Entonces, empiezan a florecer sueños que parecía perdidos pero que están ahí, imágenes que parecían borradas y adquieren de repente forma, palabras que brotan libremente intentando encontrar el cauce apropiado.... ¡Es solo un instante! Sin previo aviso, todo se desvanece y la realidad vuelve a tomar forma. La magia del momento se ha ido. La mágica hora-entre-horas ha tocado a su fin, pero sé que volveré a experimentarla pronto y con esta seguridad sigo mi camino.
Es la magia que nos ofrece vivir en un lugar tan privilegiado como el nuestro, en el que podemos estar en silencio y recrear nuestra vista en la maravilla de la naturaleza que nos rodea. Escuchar sus ritmos y conocer al mismo tiempo los nuestros.

2 comentarios:

  1. Qué cielo tan precioso, el atardecer en el campo, en ese silencio es fàcil encontrar la paz y la armonìa que transmites...
    Paloma, me alegro que te hayas animado. Querìa enlazarme pero no veo que tengas el cuadro de seguidores Blogger. Bueno, en cualquier caso ya sé donde estàs.
    Muy bonito tu post, enhorabuena.
    Felices vacaciones, nos leemos en septiembre
    Un beso!!

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  2. Chusa, gracias por animarme a hacerlo!!!

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