martes, 3 de marzo de 2015

A QUÉ SABE LA PRIMAVERA.....


Otero de Sanabria
Cuando los cielos de fuego dejan de colorear las tardes de invierno y las temperaturas gélidas buscan otros lugares, el paisaje empieza a cambiar. El cambio llega tranquilamente y los sentidos tienen que volver a acostumbrarse para captar todas las sensaciones que parecían dormidas. Al principio apenas se escuchan los cantos de unos pájaros desperdigados por aquí y por allá, pero cuando se hacen más numerosos se convierten en una revolución de sonidos y de juegos. Los días se hacen más largos y se percibe una sensación nueva, extraña, que lo inunda todo. Es la vuelta a la vida de toda la naturaleza, el clamor de las entrañas de la tierra que busca su cauce secreto para salir del letargo y transformarlo todo a su paso.
Y esto gracias al invierno, que ha hecho posible la renovación: sus garras frías y mortecinas han impedido por momentos casi cualquier forma de vida, creando cierto desconsuelo alrededor, inundando el paisaje de un silencio a veces aterrador, proveyendo del descanso que la tierra necesita para recuperarse.                           Ahora un nuevo ciclo de vida se abre y la primavera empieza a aparecer, a teñir con sutiles pinceladas de color y de olor los campos. Y entonces, como si de un milagro se tratara, el paisaje sabe a vida y a emoción y a frescura y a novedad....¡y a deseos de cabalgar nuevas aventuras!

Paloma Martín.

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